Las negociaciones por el traspaso del personal y los servicios de Ferrobaires a la Nación, nuevamente empantanada. Trenes Argentinos Operaciones no quiere hacerse cargo de los trenes bonaerenses ni sumar nuevos servicios de larga distancia. El incremento de frecuencias prometido para el verano pasado, congelado.
Las negociaciones por el traspaso de Ferrobaires al Estado nacional están nuevamente empantanadas y aún no se conoce cuál será el destino de los empleados y de los servicios que hasta junio pasado prestaba esa empresa de la provincia de Buenos Aires.
La Unidad Operativa de Transferencia (UOT), a cargo del proceso, tenía originalmente 180 días para resolver la cuestión. Sin embargo, en febrero pasado ese plazo se prorrogó por otros 90 días, que llegarán a su fin el próximo mes.
La incertidumbre es total. Desde el sindicato de maquinistas La Fraternidad, Néstor Giammatolo afirmó a El Popular de Olavarría, una de las localidades afectadas por el corte de los servicios, que “estamos todos desconcertados con esta situación y con lo que va a pasar. Está muy callado todo […] está todo muy quieto”.
“Hay un manoseo y un desconcierto que no tienen nombre”, denunció el gremialista, quien si bien afirmó que lo más posible es que los servicios pasen a ser operados por Trenes Argentinos, como ordena la ley 27.132 de Ferrocarriles Argentinos, no se descarta que “volvamos a la Provincia”.
La posibilidad de incrementar las frecuencias a Bahía Blanca y Junín, que había trascendido el verano pasado, también parece haber quedado en el limbo: “Hoy en día los trenes de pasajeros han entrado en suspenso. Está todo en suspenso”, se lamentó Giammatolo.
El tira y afloja entre Nación y Provincia por Ferrobaires se remonta al año pasado, cuando la gobernadora Vidal logró imponerse al ministro Dietrich y al titular de Trenes Argentinos Operaciones, Marcelo Orfila, quienes eran renuentes a hacerse cargo del personal y los servicios de la firma provincial.
Trenes Argentinos, que por definición debería hacerse cargo de las prestaciones, es precisamente la que lidera esa resistencia. El año pasado, por boca de Dietrich y del Jefe de Gabinete Marcos Peña, la empresa hizo saber que no tiene intención alguna de sumar más servicios de larga distancia e intentó provincializar varios servicios regionales del Interior. Ante el fracaso de esta última maniobra, se han recortado sus prestaciones y varios han sido suspendidos o cancelados sin explicación alguna.
La Operadora Ferroviaria no ha podido, siquiera, garantizar correctamente las prestaciones en los únicos dos corredores que considera prioritarios: el tren a Mar del Plata, tras el fallido anuncio de que volvería a circular para la temporada de verano, ha vuelto a quedar en stand by, mientras que el tren a Rosario languidece sin mejoras sustanciales en su oferta y tiempos de viaje, lo que motivó el reciente reclamo de la intendenta de esa ciudad a Orfila.
La ex SOFSE está, además, urgida por el Gobierno a volverse menos dependiente del fisco. De momento, la empresa parece poner buena parte de su energía en proyectos comerciales que poco tienen que ver con la operación ferroviaria
Fuente: enelSubte
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