Alicia Marsilia quiere contactarse con aquellas personas que asistieron a Luis, que tenía 85 años.
Alicia está aún conmovida por la inesperada muerte de su papá, Luis Marsilia, que cinco minutos antes había salido de su casa para tomar el subte B, en la estación Los Incas y nunca llegó a cruzar los molinetes porque sufrió un paro cardíaco dentro de la terminal del subterráneo. La tragedia familiar ocurrió el pasado 20 de abril y, desde el día siguiente, esta enfermera busca a estos héroes anónimos que ayudaron a su padre y la contuvieron en medio del sufrimiento.
"Al día siguiente fui a la estación a la misma hora y no los vi. Quería agradecerle. Por eso hice una fotocopia con una foto de los dos. Compré una cartulina y un fibrón negro, y escribí ese mensaje que estaba pegado en la estación".
La foto del cartel fue compartida en las últimas horas en redes sociales por la periodista Marcela Ojeda.
"Cuando fui a pegar los carteles, a los dos días, puse uno justo en el lugar donde se murió. Otro, a la entrada, y otro, a la salida del subte. Cuando estaba pegando ese último vino un señor de Metrovías, al principio de mala manera, y me preguntó qué estaba haciendo. «No puede pegar nada, sáquelo». Yo, llorando, le mostré lo que estaba escrito en el cartel y le dije que estaba viendo si encontraba a la gente que ayudó a mi papá. Le dije que sólo quería que lo dejen pegado un rato a ver si alguno lo veía".
El cartel, sólo estuvo un día en ese lugar.
FUE COMO ENTRAR EN UNA PELÍCULA
Sobre ese jueves, recordó: "No habían pasado ni cinco minutos desde que mi papá salió de mi casa, camino a su obra social, cuando me suena el teléfono y era un llamado de su celular. Lo atiendo, le pregunto qué se había olvidado y me habla la voz de una chica que me dice que mi papá se había descompuesto en el subte y se había golpeado la cabeza y si podía ir. "Yo le decía, dame con mi papá, dame con mi papá y ella me decía «venite». Me preguntaron su nombre, le dije que Luis, y escuché que lo llamaban y no respondía. Me dijo que estaban en la entrada de la estación abajo.
"Nosotros vivimos a una cuadra y media de la estación. Salí como loca, en el camino pasé a buscar a mi hijo que trabaja en la esquina y llegué como pude porque no podía ni correr del miedo y el shock. Fue terrible", contó Alicia y detalló: "Cuando estaba bajando, veo un montón de gente y a mi papá. La chica que tenía su celular y me había llamado no me quería dejar pasar. Le dije que era mi papá y me acerqué a él. Yo soy enfermera, cuando lo vi me di cuenta que ya estaba muerto".
De esos minutos, recordó: "Había una chica haciéndole RCP y respiración boca a boca. Me agaché y seguí haciendo la respiración mientras la chica le hacía los masajes. Todo fue como una película; muy dramático. Justo mi hermana volvía de trabajar y cuando salió del subte se encontró con eso y comenzó a lo gritos. Demasiado. En la vorágine yo no le pregunté los nombres a la gente que nos ayudó".
Alicia hizo memoria y describió: "La chica que le estaba haciendo RCP tenía un pullover que se lo sacó y se lo puso debajo de la cabeza a mi papá que tenía la cabeza abierta. A ella no le importó que se manchara todo de sangre y se lo puso igual. Vino la ambulancia para llevárselo y fue un lío porque cuando lo estaban subiendo se trabó la escalera mecánica. Después de varios minutos lo pudieron sacar, lo subieron a la ambulancia y lo llevaron al hospital Tornú".
EL SALUDO DE ESE CHICO TRAS EL VIDRIO.
"Mi hijo me fue llevando hasta el hospital porque yo no podía con mi alma. Me hicieron esperar un ratito ahí en el Tornú; después salieron y me dijeron que había fallecido, que pasáramos a verlo para despedirnos", contó Alicia, y agregó. "Estaba sola en el hospital con mi hijo porque mi hermana se fue a acompañar a mi mamá a mi casa".
En este punto recuerda a esa tercera persona anónima que estuvo junto a ella para acompañarla: "Le agradezco en el mensaje también a un muchacho que estaba ahí que me ayudó a levantarme cuando le estaba haciendo RCP a mi papá y me descontrolé porque no podía hacer nada. Entonces me sostenía y me abrazaba. Cuando estábamos en la sala de la guardia despidiendo a mi papá, por la venta lo veo de nuevo a este muchacho. Estaba abrazando a mi papá y él me saluda a través del vidrio y me pregunta a través de gestos cómo estaba mi papá. Le digo que había muerto; me hizo gestos de que lo sentía mucho, se tocó el corazón y se fue. No pude preguntarle cómo se llamaba, ni agradecerle".
Tampoco pude agradecerle a la chica que me llamó por teléfono, que me abrazó también. Menos a la chica que le hizo RCP, que lo único que me acuerdo que tenía una remera o camisa blanca. Cuando yo llegué ella, no sólo le estaba haciendo los masajes, sino la respiración boca a boca. Hoy en día, no todo el mundo mete su boca en un desconocido", enumeró Alicia.
Sobre la salud de su papá, dijo: "Mi papá era un hombre de 85 años que hacía 20 había tenido un infarto pero estaba muy bien. Salió lo más bien, es más, el día anterior había estado con el cardiólogo y le dijeron que estaba todo bien, que siguiera con la misma medicación".
UNA DUDA QUE SOLO PUEDEN RESPONDER ESAS PERSONAS
Les agradecía que no lo dejaron solo, como dice el cartel. A mí todos me dicen que murió en el acto, pero mi miedo es que haya tenido unos minutos de estar consciente y que estuviera solo, asustado y triste hasta que yo llegué. Eso es lo que a mí me angustió y angustia mucho. Si habrá pensado 'estoy solo en el piso frío del subte y lastimado'. Por eso quería agradecer a esa gente. Yo no le saqué ni una foto a esa cartel. Ni siquiera sabía que estaba en redes sociales esa foto".
Alicia explicó: "Mi agradecimiento es a la chica que iba detrás de él que me dijo: «lo vi cuando se desmayó» y ella no siguió caminando, se quedó. Ella nos contó que se desplomó y ahí en esa caída se abre la cabeza. Yo quiero agradecerles, porque los busqué y no lo pude hacer".
La mujer tiene un último pedido para esas personas que, desinteresadamente, asistieron a Luis: "Quiero poder hablar con la chica que le hizo RCP para saber si él llegó a decirle algo. Es una tortura para mí. Sé que parece morboso, pero no lo es. Yo quiero saber si él logró tener unos segundos de no muerto. Si le dijo algo, si pidió por mí, mi hermana o mi mamá".
"Quiero preguntarle eso y agradecerle porque hizo algo que es muy difícil hoy en día", concluyó.
Fuente: Diario La Nación
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